Usaré como pretexto la palabra del día para hablar del uso del idioma o en todo caso su mal uso. Estaré abordando el pésimo uso del lenguaje castellano en Guatemala en las próximas anotaciones.

Antes que nada una declaración: yo soy culpable del mal uso del lenguaje, de poseer un pobre vocabulario, de ser ignorante de muchas de las reglas ortográficas y gramaticales del idioma castellano.

En enero de 2004, y motivado por el próximo lanzamiento de una publicación en español con enfoque cultural, ahora conocida como Recrearte, decidí tomar el curso libre Al día en ortografía y redacción impartido por Sara Carolina García en la Universidad Rafael Landívar. El título del curso me llamo la atención Al día… ¿qué es esto, acaso el lenguaje se actualiza? Pues sí. El lenguaje se actualiza y también se desmitifican los malos hábitos. Pensé, si yo he actualizado mi procesador de palabras una docena de veces (ya no uso Wordstar), ¿por qué no actualizarme en el uso de mi herramienta número uno?

Claro, en ese entonces yo no sabía o no le daba la importancia que el lenguaje se merece. Sara lo puso más o menos de esta manera: Hoy en día los profesionales son los principales culpables del mal uso del lenguaje, no se dan cuenta que esto les resta profesionalismo. Él que no usa el idioma correctamente no se comunica con coherencia, claridad e inteligencia. ¡Qué golpe tan duro fue para mí escuchar eso!

Sé que en mi campo, que es el diseño gráfico y los medios másivos, todos actualizamos nuestras herramientas a menudo. Es más casi todos los que usan computadoras en sus campos de trabajo actualizan el sistema operativo, los programas que usan, las maquinas, etcétera. Pero, ¿por qué no actualizamos la herramienta que nos es común a todos? Yo creo que por ignorancia de su valor y porque ahí la vamos pasando.

Álex Grijelmo nos dice “el lenguaje es el instrumento de la inteligencia”, en su libro de El estilo del periodistael cual es un excelente libro para todos aquellos que quieran comunicarse mejor. No se dejen engañar por el título del libro. Es más, yo diría que sería un libro obligatorio para todos aquellos que escribimos bitácoras. El libro se puede conseguir en Artemis-Edinter.

Laraouse: Dudas e incorrecciones del idiomaHay otros libros que son necesarios en nuestro arsenal: un diccionario, un diccionario de sinónimos y antónimos, un diccionario de dudas e incorrecciones del idioma, un manual actualizado de gramática. Haré pequeñas reseñas de estas herramientas en futuras notas. Pero todos los libros mencionados hasta el momento nos cuestan menos de Q.400 en conjunto. Sí señores, menos de USD$50.00 para actualizarnos y armarnos para una mejor comunicación.

Dejémonos de pretextos y empecemos hoy mismo a mejorar nuestro lenguaje. Para empezar nos podemos dar de alta en La palabra del día y recibir una palabra, su definición y etimología en nuestro buzón de correo electrónico. Aquellos que quieran tomar el curso libre Al día en ortografía y redacción impartido por Sara Carolina García en la Universidad Rafael Landívar, están de suerte ya que empiezan de nuevo el 27 de agosto y terminan el 17 de septiembre. El taller es sabatino y por la mañana. Más información en las direcciones de correo electrónico abecker@url.edu.gt, marnold@url.edu.gt.
Abajo les dejo un ejemplo de lo que es la palabra del día, un servicio prestado gratuitamente por elcastellano.org, el sitio web del idioma español.

Pretexto
Cuando compramos una prenda de ropa o un corte de tela difícilmente se nos ocurrirá pensar cómo fue confeccionado, cómo se llegó, desde la lana en la oveja o desde el algodón en rama hasta la prenda lista para vestir.
Antiguamente los tejidos se hacían en casa o en talleres de artesanos, y el proceso de fabricación era seguido más de cerca -y conocido- por toda la gente, lo que explica las numerosas metáforas de origen textil que dieron origen a muchas palabras de nuestra lengua.
Una de ellas es pretexto, registrada en español a partir del siglo XVII con su significado actual, derivada del latín praetextus, que era el participio pasivo del verbo praetexere ‘poner un bordado o tejido delante de una pieza de ropa’. De praetextus surgió también praetexta, que era el nombre de una toga adornada con una franja de color púrpura.
De ahí se fue derivando hacia el significado actual de pretexto que no es otra cosa que un adorno que, como un bordado, se pone delante de los hechos para tornarlos más aceptables.

Para darse de alta ir a La palabra del día.

En una anotación próxima haré un listado de los extranjerismos y barbarismos que son de uso común en el castellano guatemalteco y sus equivalentes en castellano. Mientras tanto, unos ejemplos: marketing, mail, O.K., cool, brochure, hi-tech, liderar, post, blog, carwash.

¿Cuales son los extranjerismos y barbarismos que usas al comunicarte?

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